Si todas las personas viviéramos con el pleno conocimiento de la reencarnación y del karma, seriamos realmente conscientes de la importancia de nuestras acciones. La vida tendría diferente sentido y seria más satisfactoria. Abundaría la felicidad y la paz, en lugar de violencias, caos y desajustes sociales.
Karma = El efecto de tus acciones
Las personas “mueren” y sus cuerpos se descomponen. Son envases desechados por el alma, ya que esta es energía y esta solo cambia su esencia. Lo que llaman muerte, como he dicho tantas veces, no es el final definitivo de la vida.
El alma es esa parte maravillosa que conforma nuestro yo interior y la cual tiene múltiples viajes a diferentes envases en el mundo de la tierra. Cada muerte hace que el alma regrese a su inicio, al plano donde maestros espirituales enseñan, revisan y con amor, en armonía con los proyectos de el creador, nos hacen regresar a un nuevo cuerpo, otra oportunidad de crecer, de ser ejemplos de amor, paz, humildad, compasión, de hijos de lo que llamamos Dios.
En todas las religiones, filosofías, sectas, grupos de investigación, etc. siempre se habla de los lugares adonde van las almas. Independientemente de como lo mencionen en otras creencias, y respetando los pensamientos de los demás, para mi es un lugar hermoso, pleno de amor, de seres iluminados que generan paz en su entorno y guían a las almas que llegan para que encuentren un nuevo camino de crecimiento en la próxima vida terrenal.
Cuando Dios crea a las almas, directamente o a través de sus maestros, les enseña el propósito de su vida. Llegan a la tierra (llegamos por que me incluyo) y a veces lo olvidamos, incumplimos y no aprendemos lo que necesitamos, por lo cual, debemos regresar tantas veces como sea necesario. Cada vez que fallecemos, nos enseñan las correcciones que debemos hacer. Ese es el trabajo que da propósito y significado a las numerosas vidas de nuestra alma, y a nuestra mas reciente reencarnación.
Cuando nacemos tenemos idea de lo que venimos a hacer y poco a poco lo vamos olvidando. La misión de la vida es encontrar exactamente lo que vinimos a aprender.
A veces creemos que ya hemos conseguido lo que necesitamos y no es así. ¿Años de una relación aparentemente maravillosa que realmente no funciona? ¿Una carrera en la que invertimos muchos años de estudio y experiencia y la cual realmente no nos satisface? ¿Cambios de pensamientos que nos indican lecciones por aprender?
Hay personas que equivocadamente creen que deben acercarse a una religión o un grupo espiritual para obtener éxito en esta reencarnación. No necesariamente ese es el camino que escogió antes de nacer. Todos, pobres y ricos, obreros y empresarios, de todos los colores de piel, todas las razas, todos los sentimientos, todos los seres vivientes, sin importar lo que se hace, somos parte importante y necesaria en la totalidad de la vida terrenal.
Religion no es igual a espiritualidad
Cada individuo tiene su senda. Todos tenemos algo que aprender y por ello estamos acá. Lo importante es buscar con sinceridad cuál fue el origen de esta reencarnación. Nuestra alma encontrará su plenitud, a través de las enseñanzas de muchas vidas. Después de entender todas sus lecciones es cuando el espíritu podrá regresar y permanecer en la luz, al inicio, al plano donde reina Dios y en el cual se puede disfrutar de la vida eterna.
Busca tu camino, aleja la oscuridad, cubre tu senda con la luz del amor y el perdón y se hará mas fácil para tu alma asegurar el cumplimiento de su misión en esta vida actual.
María Rosario Rowan
Me encantó tu artículo. Además lo leo en un momento muy oportuno. Gracias por seguir compartiendo tus ideas que nos permiten reflexionar y crecer.
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Gracias…las circunstancias siempre dan las cosas en su momento….oportuno. Afectos y bendiciones
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