Usualmente las personas poco piensan en lo que llaman “muerte”.
No hay escuelas que nos enseñen a comprender como sobrellevar la perdida de un ser querido, y mucho menos a prepararnos a nosotros mismos para el viaje final. Habemos algunos seres que por inexplicable razón, somos guiados por seres de otro plano y aprendemos de lo que se trata lo que llaman muerte. Comprendemos que es un proceso indoloro, rápido y nos lleva a un plano de realización personal, donde somos etéreos, solo sentimientos y luz. Aceptamos que el precio de ese conocimiento es ponerlo a disposición de los demás.
A menos que el viaje sea inesperado como en los casos de accidentes o fallecimientos fortuitos, los seres que viven enfermedades largas y penosas, tienen demasiado tiempo para pensar en el futuro de su alma. Lo desconocido asusta y crispa los nervios. Pensamientos sobre lo que sucederá a la familia que queda, pero sobre todo que le sucederá a si mismo, comienzan a hacer efecto y a enfermar mentalmente a la persona que ya de por si está sufriendo físicamente . Se une el dolor físico al mental. La tensión alarga la agonía de la persona que se aferra a la vida terrenal.
Por relatos que he ido recolectando, se que los familiares de personas enfermas en estado terminal, que saben del contenido del libro Corazones que Susurran desde él Otro Lado, se sienten tranquilos acerca del futuro de su ser querido y esa comprensión los hace transmitirle confianza y serenidad al que está por irse de la vida terrenal.
Es difícil que las personas entiendan por experiencias ajenas, lo que sucederá. Sin embargo, si los familiares de los enfermos, tienen mayor información acerca de la vida después de la vida, pueden transmitir esperanza, paz, tranquilidad a ese ser que esta intranquilo.
Fallecer con inquietud y miedo no es lo mismo que viajar con el espíritu sereno, con tranquilidad y confianza en la felicidad existente en el más allá. Es viajar creyendo que es solo una transición entre dos planos, es dejar un cuerpo físico y liberar el espíritu inmortal que volara libre de ataduras.
Cuando el espíritu siente que el viaje no dolerá, que el alma traspasará las barreras de las dimensiones y llegara a un sitio hermoso, donde podrá volar y desde allí ver a todos los que quiere, se sentirá tranquilo, confiará en Dios y dejará que el destino continúe. Ciclo de la vida del espíritu: nacer, morir, renacer.
Gracias, mil gracias por compartir tus enseñanzas y reflexiones Maria Rosario. Me permito invitarte a que revises en lo que tu tiempo te lo permita, la bibliografia de Francisco Candido Xavier. Espero poder conocernos algún día, Un saludo en Luz, Luis Guillermo.
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Hola Luis Guillermo: Gracias por leerme. Admiro la vida de Francisco Cándido Xavier y su obra. Fue un gran espiritista y según muestran
las películas y sus libros, fue una persona completamente desinteresada lo cual enaltece aun mas su labor. En el área donde vivo hay centros de estudios del espiritismo de Kardec, donde usualmente estudian a Candido Xavier y en varias oportunidades me han invitado a dar charlas.
Ha sido muy interesante compartir con los espiritistas y estudiantes de esas escuelas. En el mes de mayo 2013, visitaré Venezuela, con
motivo de la presentación del libro Corazones del Mas Allá. Tal vez te sea agradable asistir y compartir con personas unidas
por la espiritualidad, la creencia de la vida después de la vida y el amor universal como motivo de la existencia. Con bendiciones
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Ok. Estaré pendiente, me gustaría mucho asistir a dicha actividad.
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