Cada cuerpo lleva en el un espíritu..
Cada espíritu tiene un camino que seguir…
Todos tenemos un destino que cumplir
Debemos cerrar karmas para crecer espiritualmente
Mis escritos solo manifiestan mis sentimientos y mi verdad de vida. No sigo a gurú o maestro alguno, ni a Iglesia formal. Tampoco pretendo ser gurú o maestro. Simplemente comparto lo que pienso, siento y creo. Lo único que si garantizo es que lo escribo con Amor y humildad para todo el que desee leerlo y compartirlo.
Como he repetido en varios artículos, tengo mi propia religión, mezcla de todo lo que he ido absorbiendo espiritualmente en mis años de existencia.
Llegar a estar consciente de mis creencias actuales ha sido a través de un largo sendero de enseñanzas, experiencias y aprendizaje. Es el resumen de lo aprendido de muchos maestros, infinidad de libros leídos y la ayuda de amigos invisibles. Compartirlas es cumplir con un ciclo de evolución, de dar lo que hemos recibido, de enseñar lo que hemos aprendido, de amar a quien nos ama, de dar para recibir y no necesariamente un logro material.
Cuando escogemos el camino de servir, crecemos internamente y comenzamos a sentirnos, religiosos y espirituales.
Espiritual, de acuerdo al diccionario, es una persona que busca encontrar su yo interior, que tiene sensibilidad o inclinación hacia pensamientos y cuestiones religiosas y desinterés hacia lo material.
Desde los años 80 se puso de moda estudiar temas holístico y/o místico, recuerdo que se hablaba en todas partes de Método de Control Mental Silva, de los cursos de Meditación trascendental, el poder de la mente, las flores de Bach, los mantras de Sai Baba, de Osho y todo gurú que saliera a viajar internacionalmente. Los horizontes se expandieron y se fueron agregando todo tipo de charlas y cursos en los nuevos centros abiertos en muchos países. Floreció el estudio de la astrología, la lectura del tarot, meditación, yoga, Feng shui, runas, Angelología, cristales, curso de milagros, aromaterapia y tantos más. Había llegado la etapa de abrir la mente a las nuevas alternativas presentadas para el crecimiento espiritual.
El siguiente comentario no le gustará a algunos y a otros les hará sonreír, viéndose reflejado o tal vez, le haga reír pensando en cuantas personas conoce que coinciden con esta forma de ser.
Para muchos, el interés en lo temas místicos, ha sido una moda, algo que hacer y conocer superficialmente para conversar en las fiestas o visitas de amigos. Similar a cuando alguien realiza dietas diferentes cada mes y comienza cuanto tipo de ejercicios hay en los gimnasios. El tener los alimentos de la dieta en el refrigerador no significa que se esté cumpliendo con el régimen alimenticio y que se vaya a perder peso. Inscribirse en el gimnasio no significa que se asista regularmente y se cumpla con la rutina de ejercicios programados para que se haga efectivo. Se debe decidir por una dieta y gimnasio en particular, el que nos convenga de acuerdo a lo que busquemos. Cumplir la dieta y los ejercicios elegidos, requiere tiempo, constancia y dedicación para obtener resultados.
Es igual con la senda de crecimiento espiritual, se necesita realmente sentir y después escoger que deseamos lograr, elaborar cómo y dónde, luego dedicar tiempo a estudiar y practicar. No hablo del camino de alguien que desee ser un famoso en alguna área del mundo holístico o místico, simplemente de cualquier persona normalita que desee iniciar o continuar una senda que le permita conocer su yo interior, acercarse a Dios y crecer espiritualmente para su propio bienestar y el de las personas que lo rodean. Cuando estamos en la senda correcta marcada en nuestro destino, usualmente nos sentimos felices interna y externamente y eso se refleja hacia todos los que están en contacto con nosotros.
Creo que todos tenemos un camino espiritual en la vida, sin embargo la manera de seguirlo es diferente. Hay personas que han venido a aprender a ser parte de una familia y desde jovencita(o) manifiestan que desean enamorarse, casarse, cuidar de los hijos y esposo (a), del hogar. Esas personas cumplirá su karma cumpliendo bien su cometido en ese aspecto particular de la vida. Otros serán empresarios (a) y ayudaran al desarrollo de cosas buenas para la vida civilizada de las naciones; otros se dedicaran a la medicina, sanando la parte física y mental de las personas. En fin, cada persona que no le hace daño a otro y produce diariamente un resultado positivo para otros, está creciendo espiritualmente. Todos tenemos un espíritu y somos espirituales. Cumplir metas en una u otra senda en la vida es lo que marca la diferencia en los destinos de los seres humanos. Hacerlo bien para si mismo y para la humanidad es lo que determina que se cumplan los karmas pendientes, que tengamos el alma sana, que sintamos que cumplimos con lo que nos hace feliz.
Cuando un jardinero ve crecer alguna planta sana en su tierra, aunque sea minima en tamaño y perfecta en su dimensión, siente que su trabajo no ha sido en vano, aún cuando tenga una gran extensión de tierra árida y estéril. Los mensajes positivos de las personas que sienten algo de distracción, enseñanza o inspiración en mis libros, artículos, clases y/o talleres, son las plantas que germinan de mi labor. Son el estimulo para seguir usando el tiempo en tratar de ayudar a los demás. Cada persona debe buscar a su alrededor y conseguir que plantas ha germinado (un hijo, una familia, una empresa, amistades, un libro).
El que cada día podamos dormir en calma, despertar con una sonrisa, hacerle un favor a alguien, laborar con efectividad y honestidad, sentir que se es útil y necesario para algo o alguien, eso es estar bien con Dios, con nuestro espíritu, con nuestro destino.
No soy mejor que los demás, solo me comparo conmigo misma y cada día siento que mi propio yo, mi yo del hoy es mejor que el yo de cada ayer.
Vivir el momento y siempre en positivo es el mejor sendero hacia el crecimiento espiritual.
María Rosario Rowan
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