No dejes que el tiempo te gane….si pierdes, no tendrás segundo chance de reivindicarte y la culpa te acompañará hasta el último de tus días de vida terrenal.
Uno de los comentarios que oigo frecuentemente, de personas que me escriben, es el sentimiento de culpa por problemas no solucionados con el ser querido o conocido que partió.
Algunos dicen: <justo nos peleamos el día antes de su partida, ¡imagínate! ¿Cómo iba a saber yo lo que pasaría?>
Otros comentan: <tenia años sin hablarle, es que discutíamos mucho y ahora siento que era por tonterías.>
Algunos padres comentan: <Lo regañaba tanto, es que quería que tuviera un futuro mejor. ¿Cómo iba a saber que no llegaría a su futuro?
Los conyugues dicen: <Le peleaba tanto por celos, pensando que pudiera dejarme por otra. Como daría lo que fuera por haber disfrutado más y no haber peleado tanto>
Así podría seguir llenando la pagina de comentarios. Cada caso, una conciencia que queda doliendo hasta el fin de los días. La historia se repite diariamente y a pesar de que se recomiende vivir con y para el Amor, hay personas que tienen conflictos con alguien cercano. No necesariamente es culpa de quien lo vive, tal vez es la otra persona quien lo genera. Igual debemos solucionarlo para que no nos cause dolor en el futuro.
Unos novios o un matrimonio que discuten constantemente. Unos padres que no le hablan a los hijos y viceversa. Hermanos que no se tratan. Vecinos que se odian. Compañeros de labor que se atropellan a diario, por la competencia del éxito en el trabajo. Cada relación insana es un prospecto de dolor en el futuro, cuando le suceda algo a la otra persona. ¿Por que correr riesgos de lastimarnos a nosotros mismos?
Te propongo un ejercicio. Tomate un poco de tu tiempo solo por hoy: respira suavemente, siéntate cómodamente, prepárate tu bebida favorita (te, café o jugo: no licor) y comienza a planificar como arreglar todas las situaciones que te incomodarían, si una persona especifica dejara la tierra en los próximos minutos. Es importante hacerlo desde el corazón, con sentimientos nobles y no dejando que la negatividad nos impida ver que podemos ser nosotros los equivocados.
Revisa tus sentimientos hacia familiares y amigos y toma la iniciativa de mejorar o, simplemente finiquitar las relaciones que no estén en su mejor condición. Tener buenas relaciones no significa que uno tenga que estar en contacto con alguien, todos los días. Yo particularmente, no llamo o escribo frecuentemente, sin embargo, siempre estoy a la disposición de atender, familiares, amigos y lectores. No exijo ni pido que mis amistades tengan mis propios intereses, ni que le guste lo que a mi me guste hacer. Debemos aceptar que cada ser tiene su propio camino, su trabajo, sus paseos, su forma de ser y de vivir. Lo importante, es que a pesar de las diferencias, en una amistad o relación, sepan que incondicionalmente estamos dispuestos a compartir con la otra persona cuando nos necesite. Tal vez mi contacto con amigos sea pocas veces al año, tratando de alimentar la amistad con calidad de lo expresado y no con cantidad de conversaciones generales. La amistad no solo es Amor, sino debe llevar unido el respeto, la tolerancia, la comprensión y el apoyo.
Quien esté libre de pecado que tire la primera piedra….No toda la vida he pensado o sentido como escribo. Hoy soy producto de las experiencias obtenidas a través del tiempo. Lo importante no es estar amarrado a lo que he sido, hecho o dejado de hacer. Es analizar nuestro pasado y el presente. Es cambiar, es mejorar nuestros valores, encontrar más perdón y Amor en nuestro corazón y a partir de entonces, ser consecuente con nosotros mismos y con los que nos rodean.
En el caso de los que viven en conflictos: si las peleas son con tu esposa (o) o con tus hijos, busca ayuda con terapeutas y expertos. Conversa, negocia, promete, inicia, cambia, logra la armonía familiar. Resolver por un día y pelear cada semana, no es haber vencido el conflicto, es vivir con el. Al final de los días, el corazón termina seco, igual que las plantas que se acostumbran a vivir sin agua y se mantienen erguidas, aunque no tengan hojas.
Si es con amigos, invítalos a comer, conversa sobre lo que te incomoda, pide perdón y si quieres, termina la amistad. Solo que ya no tendrás espinas en tus sentimientos, todo estará dicho y cubierto con bonitos deseos de tu parte.
En este momento, dirás: se ve fácil. Te replico: no, no lo es. Depende mucho de la sencillez de tu carácter, de cuan franco seas contigo mismo. Si has peleado con alguien, a veces te costará darte cuenta si tuviste la culpa o no. Depende de tu sinceridad en el ejercicio, donde se debe obviar dos sentimientos: terquedad y orgullo. A veces, las personas hacen las cosas solo externamente, y en el fondo todo queda tal cual. No hay verdadero perdón ni deseo de enmendarse.
En otros casos, hay personas a las cuales no podrás decirle lo que piensas. Sabes que no entenderán y probablemente se reirán de lo que intentas hacer. En estos casos, mantén una conversación imaginaria, donde expones lo que piensas. Envíale mentalmente perdón y Amor. Repítelo hasta que sientas que de tu parte, el problema está sanado.
Para que el objetivo de limpiar nuestras relaciones funcione, el corazón debe estar dispuesto a perdonar y la memoria debe borrar los recuerdos innecesarios que crearon los conflictos. Es limpiar el equipaje que tenemos en nuestra alma, desechar todo lo negativo y alimentar el positivismo. No es algo de hacer un día y a la semana continuar con los errores.
Mi recomendación es simplemente, que cada día, justo por hoy, pueda preguntarse: ¿hay alguna persona en el mundo, con la cual tengo algo pendiente, que me incomode si le toca partir de la tierra? Si alguien le viene a la mente, no lo deje para mañana, puede ser demasiado tarde, resuélvalo hoy….solo por hoy.
Por todo lo antes dicho, a todos mis familiares y amigos: por favor, perdona mis errores y yo te perdono los tuyos. Recuerda que te quiero y en mi corazón se que me quieres. Si alguno de los dos se va mañana, que podamos sonreír pensando en esto. Abrazos para todos los que están leyendo este artículo.
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