Gandhi dijo una gran verdad: existen tres verdades de cada cosa; la tuya, la mía y la verdadera. Esta frase viene perfecta a la situación que vive la población venezolana por los últimos años. Cada grupo dice saber la realidad de lo que sucede en el país. Cada sector dice saber cual es la solución. Todo líder dice ser representante de los venezolanos que aman el país.
Yo no tengo afiliación ni voy a inclinar mi verdad hacia ningún grupo. Mi verdad es que percibo que hay negatividad en el ambiente del país.Hay una sombra gris que cubre, por lo menos, la capital, y es producto de tanto odio e insultos dichos en los últimos tiempos. No hablo solamente a nivel de dirigencia, es en todos los lugares, mercados, bancos, etc., donde se oye frecuentemente a personas hablar negativo a favor o en contra de algo o alguien.
Las dirigencias de los grupos discuten, y luego los seguidores repiten y hablan de odio. Si siempre se repite que se odia algo o alguien, nada bueno puede acontecer. Tan negativo son los que hacen el mal, como aquellos que se llenan de odio y lo proclaman. No se puede alimentar Amor con palabras de odio, no se puede alimentar unión con palabras insultantes. No es correcto en ninguno de los bandos.
En Venezuela, hasta el clima ha cambiado. Recuerdo en mi infancia casi todo el año era una temperatura agradable; en mayo llegaban las lluvias y en diciembre Pacheco nos traía un tolerable frio. Ahora, llueve todo el año, hay un calor insoportable y a temprana hora, el cielo está oscuro como si fuera medianoche. El cielo pasa más tiempo oscuro que claro.
Miles de años diciéndonos: -Amaos los unos a los otros- y aun preguntamos que necesitamos para que haya paz en el mundo, y en este caso, en Venezuela. Si se desea mejorar el ambiente, debemos comenzar por pensar en positivo, ignorar diariamente la negatividad, no contestar mutuamente insultos, pensar en futuro, en proyectos, en crecimiento, en desarrollo, en las nuevas generaciones. Se debe sembrar Amor, piedad, perdón y compasión. Se puede vivir en un país mejor.
Si algunos insisten en vivir en la negatividad, ignóralos, envíales amor y perdón desde tu corazón. Cuando se comience a andar nuevamente en la senda del amor y respeto, los que se resistan se sorprenderán; el Amor siempre vence al final. Ayuda a que se limpie la nube oscura que cubre el país.
Hablemos con los Ángeles para aligerar las energías del ambiente en Venezuela para que todos puedan vivir allí en paz. Incluye la paz y serenidad del país en tus diarias oraciones y pídeselo a tus guías espirituales. Actualmente se necesita más que lideres políticos, limpiezas espirituales, para desintoxicar el ambiente del país. Amemos a Venezuela. Amemos a nuestros paisanos. Amémonos a nosotros mismos. Venezolanos somos todos y Venezuela es de todos los venezolanos, sembremos amor en Venezuela.
Maria Rosario Rowan
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