¿Planificamos nuestra vida terrenal antes de nacer?

Según mis creencias, respetando las de otras personas, cuando terminamos una vida terrenal, vamos a un sitio hermoso, donde a través del Amor y Perdón, nos enseñan lo que hemos cumplido en cada una de nuestras vidas terrenales anteriores.

En esa etapa, dejamos de ser “buenos o malos”; “ricos o pobres”, “hombres o mujeres” y cualquier otra clasificación que nos damos en la tierra.  Allí todos somos iguales y con el mismo Amor, somos guiados y enseñados por los maestros.  De acuerdo a lo que debemos mejorar o corregir, con el aval de Dios, se planifica la próxima vida.

A veces, una persona ha  llevado tantos puntos positivos en unos aspectos, que nace con caminos abiertos en algunas áreas de la vida.  De allí que a veces oímos la expresión “fulano nació enmantillado” o “fulano nació con buena estrella” o “fulano nació con  suerte”.  Básicamente, esas personas han traído acumulado sus puntos positivos de vidas anteriores. Sus pruebas estarán en otros aspectos de la vida, donde la suerte no le sonreirá tan fácil y es donde ellos deben demostrar que van a aprender  y mejorar su actitud.

Pruebas de que la vida esta pre-escrita, es cuando recibimos una carta astral que se cumple cabalmente, o una premonición de algo que sucede tal cual vimos. Si no hay un futuro escrito ¿Cómo explicamos que a veces nos han anticipado lo que sucederá?

Aproximadamente 10 años atrás, estudiando primer nivel de astrología, el profesor nos ayudó a crear nuestra propia carta astral.  Estaba hecha a un nivel básico, por lo cual, el profesor, tomó una carta de los participantes (en ese caso, la mía) y comenzó a ampliar la información.  Leyó todo el pasado, completamente acertado y cuando leyó el futuro; habló de cambios, de mudanzas y un giro inesperado en mi vida.  A partir de ese momento, el veía mi nombre en muchos sitios, lo definió como “fama”, contacto con cantidad de personas e impacto en la vida de los demás.

Hasta hace dos años, todo se había cumplido, sin embargo mi vida era sencilla, al contrario de lo pronosticado. Había abandonado mi ocupación como Ejecutiva y no tenia intenciones de iniciar actividad alguna que me llevara fuera de casa. Vivo fuera de Venezuela, en una ciudad tranquila, sin ruidos ni trafico;  y cada día dedicaba  mas tiempo a estar con mi familia cercana (esposo e hijos), la meditación, y por supuesto los clientes de Reiki, los cuales no se pueden contar en cientos, usualmente es a pequeños grupos.   Cuando revisaba la exactitud de lo cumplido en la carta, me quedaba la interrogante de que sucedió que los hechos finales resultaron tan diferentes, en la predicción.  ¿Tal vez me había equivocado en la hora de nacimiento?  Sin embargo, todo lo anterior había sucedido astrológicamente correcto.

La partida de Betsa, dio inicio a un giro inesperado y no deseado realmente. (Cambiaria rápidamente los hechos por devolverle la vida terrenal a Betsa).   Los sucesos se dieron sin mucho análisis, sus demostraciones de vida, en diferentes sitios, sus frecuentes visitas, los mensajes, los escritos; todo resultó en  el libro, Corazones que susurran desde el otro lado.  De allí a comenzar a cumplir la promesa que les hiciera a Betsa y al Ángel, de esparcir sus mensajes y ayudar a los demás, se transformó en la etapa final de lo predicho en mi carta astral: mi nombre en muchos sitios, contacto con cantidad de personas y vivir para ayudar a los demás. Nuestra vida esta planificada antes de nacer, sin embargo el libre albedrio nos deja opciones: cumplirla a cabalidad en aspectos positivos o alterar las cosas, incumplir los karmas y desaprobar lo que vinimos a aprender.

La mejor manera de saber que andamos en el camino correcto, es oír nuestro corazón.  Preguntarnos a nosotros mismos ¿estamos viviendo correctamente? ¿Podemos dormir tranquilos, sabiendo que no le hemos hecho daño a nadie a nuestro alrededor?  ¿Hemos hecho algo cada día por mejorar la vida de los demás? Si nuestro espíritu está tranquilo, seguramente estamos en lo correcto.  No necesitamos convertirnos todos en pastores o lideres religiosos, sin embargo, debemos sentirnos confiados de que cada día damos amor desinteresado a los que nos rodean, de que ayudamos a los que podemos, de que ninguna de nuestras acciones lastimen a los demás, que nuestro espíritu está abierto a oír las palabras de Dios, de sus Ángeles y de los maestros que pueden guiarnos desde otros planos. Sentir paz interna, aceptar la voluntad de Dios, creer, amar y perdonar es la combinación perfecta para cumplir lo que vinimos a aprender en la actual vida terrenal.

María Rosario Rowan 

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