Para mi, no es lo que por muchos años hemos conocido como si fuera la ausencia definitiva de una persona y el final de la vida.
No!!! La muerte es solo un viaje. Un cambio de esencia. Un movernos de un plano a otro. Porque la existencia real es la del espíritu y éste es inmortal. Los cuerpos mueren y el alma perdura. El espíritu vive por siempre y en él permanece el amor que éste haya sentido en la vida terrenal.
El espíritu nace, vive, aprende o desaprende en la vida terrenal y luego muere en el físico, viaja y vuelve a comenzar el ciclo. Los espíritus se manifiestan y hablan para decir que viven para siempre y que la muerte no existe, que ellos aún siguen vivos.
Una vez que finalizamos nuestra estadía en la tierra, nuestro espíritu está más evolucionado y cerca de conocer todo lo que acá le digo. La verdadera felicidad es en el otro plano por que allí es donde realmente vivimos.
Debemos aprender a amar indefinida y desinteresadamente a todo ser viviente y sin apegos, ver ir y venir a los seres y aunque entristezca el no verlos en físico, alegrarnos de saber adonde van. Lo que llaman muerte es un pasaje a un lugar hermoso, un ascenso en la escalera del desenvolvimiento espiritual.
Un acto de amor es agradecer el tiempo que estuvimos con los seres amados, tratar de percibirlos mientras están en el otro plano para comprender la verdad sobre la vida y la muerte y esperar con paciencia a que llegue el momento del dulce reencuentro.
¿Fácil??? No!! no lo es!!….hay un largo camino por recorrer para llegar al entendimiento de nacer, morir, renacer… Cada vez es más sencillo el percibir las señales de la existencia de los espíritus. Es permitido por Dios para consuelo de los que aún estamos en vida terrenal. Cuando dudes de ésta gran realidad, observa el cielo, sonríe y pide con amor que te envíen un regalo desde el más allá y luego espera con confianza y lo verás llegar.
Con bendiciones de corazón
María Rosario Rowan
Corazonismo 
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